Cuatro días,
los que van del 24 al 28 de octubre, fueron los que vistieron al Hospital de Sant Pau con las últimas colecciones en moda. La marca LR3 estaba invitada a presentar su trabajo durante la Barcelona Fashion Week, pero buscaban algo diferente al desfile tradicional. Nos contactaron con una idea muy clara: construir un pabellón efímero donde experimentar la realidad de diferentes maneras. Durante algunos meses estuvimos diseñando, junto a un numeroso equipo de diferentes disciplinas, una instalación que combinara la realidad virtual y digital, con la material; un pabellón que, durante aquellos cuatro días, pusiera en relación moda, arte y tecnología.
La instalación se situó en el interior del pabellón de Nostra Senyora del Carme, uno de los pocos pabellones pendientes de ser rehabilitados en el recinto modernista de Sant Pau. Dada la posición del resto del evento, el acceso al pabellón se realizó desde la parte norte del antiguo hospital. Como reclamo para la experiencia, una serie de cuerpos desnudos y pixelados se colocaron dispersos por el espacio, anticipando los personajes que más tarde conoceríamos en el interior.
los que van del 24 al 28 de octubre, fueron los que vistieron al Hospital de Sant Pau con las últimas colecciones en moda. La marca LR3 estaba invitada a presentar su trabajo durante la Barcelona Fashion Week, pero buscaban algo diferente al desfile tradicional. Nos contactaron con una idea muy clara: construir un pabellón efímero donde experimentar la realidad de diferentes maneras. Durante algunos meses estuvimos diseñando, junto a un numeroso equipo de diferentes disciplinas, una instalación que combinara la realidad virtual y digital, con la material; un pabellón que, durante aquellos cuatro días, pusiera en relación moda, arte y tecnología.
La instalación se situó en el interior del pabellón de Nostra Senyora del Carme, uno de los pocos pabellones pendientes de ser rehabilitados en el recinto modernista de Sant Pau. Dada la posición del resto del evento, el acceso al pabellón se realizó desde la parte norte del antiguo hospital. Como reclamo para la experiencia, una serie de cuerpos desnudos y pixelados se colocaron dispersos por el espacio, anticipando los personajes que más tarde conoceríamos en el interior.
Las posibilidades que
ofrecía el espacio original, en relación con los objetivos de la marca, dieron
como resultado una propuesta de 50 metros lineales de alfombra. Básicamente, el
proyecto fue una gran pasarela.
El mal estado de conservación interior favoreció la idea de construir una nueva piel, ajena al edificio original y que sirviera para envolver la nueva pasarela. De alguna forma, era un pabellón en el interior de otro pabellón. Nos pareció oportuno alejarnos de la construcción pesada y ornamental del patrimonio histórico y proponer un ambiente ligero y sencillo. Técnicamente, esta nueva piel se construyó mediante una estructura autoportante que respetaba la envolvente existente y generaba un espacio intersticial para situar las instalaciones.
El mal estado de conservación interior favoreció la idea de construir una nueva piel, ajena al edificio original y que sirviera para envolver la nueva pasarela. De alguna forma, era un pabellón en el interior de otro pabellón. Nos pareció oportuno alejarnos de la construcción pesada y ornamental del patrimonio histórico y proponer un ambiente ligero y sencillo. Técnicamente, esta nueva piel se construyó mediante una estructura autoportante que respetaba la envolvente existente y generaba un espacio intersticial para situar las instalaciones.
El recorrido se definía
por tres habitaciones, cada una orientada a un tipo de realidad. En la primera,
mediante realidad virtual, se experimentaba una pieza inmersiva. Era un espacio
de líneas limpias, teñido por el color de la marca. En la segunda, la realidad
digital mostraba una serie de proyecciones a través de un perímetro formado por
pantallas led. Se trataba de un espacio íntimo, más aislado y de menor altura. Por
último, en la tercera habitación se suspendían una serie de maniquís del techo,
vistiendo la última colección de la marca en un espacio amplio y discreto,
donde encontrarnos con la realidad material.
En paralelo al
recorrido de la pasarela, una secuencia de estímulos sensoriales ayudaba a
integrar las tres habitaciones en un único pabellón: sonidos binaurales,
esencias naturales y una atmósfera densa y nebulosa nos acompañaban en el
itinerario.
La instalación buscaba
sustituir el desfile tradicional por una experiencia en la que reconocer la riqueza
de la diversidad. Al fin y al cabo, por aquella pasarela desfilaron numerosos cuerpos,
tallas, identidades y estéticas.
︎︎︎Publicado en
Archdaily, 23 Dec 2022
Metalocus, 14 Ene 2023
Archtonic, 30 Ene 2023
Archdaily, 02 Feb 2023
Coolhuntermx, 16 Feb 2023
Wooooooow, 28 Feb 2023
Architectural Heritage Intervention, 05 Ene 2024
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